sábado, 24 de septiembre de 2011

Proceso de ilustración en PS

 Primero hago el boceto, líneas de encaje y tonos al mismo tiempo, así establezco dónde van las luces, sombras, tonos medios...
 Aquí ya he añadido el color en una capa overlay(superponer), y algunas otras en Hardlight(luz fuerte) y Softlight(luz suave).
Por último, he seguido renderizando en diversas capas en normal don color y añadido texturas.

Me ha tomado unas 4 horas aproximadamente.

Nuevas ilustraciones.



Las que no tienen firmas, simplemente es porque se me olvida ponerlas.

miércoles, 18 de mayo de 2011

Proceso de dibujo.



Bueno, he hecho este dibujo rápido y he subido el proceso, no he querido darle detalles porque no se me apetecía gastar demasiado tiempo en él.

Guerrero nocturno

Un dibujo rápido en clase a raton. Es un guerrero nórdico con sus aliados espirituales.

domingo, 8 de mayo de 2011

Manzanasa!

No todo tienen que ser bichos y cosas feas, no? De vez en cuando una manzana viene bien ^^

viernes, 29 de abril de 2011

Logotipo

Diseño del logotipo del Instituto Tecnológico de Canarias, hecho en un ejercicio de clases. Arriba está el logotipo en sí, y debajo la implantación en la tarjeta de visitas o de contacto.

miércoles, 20 de abril de 2011

viernes, 1 de abril de 2011

¡Cthulhu!

Por fin lo he acabado! Me ha costado, no por la dificultad, si no por el diseño en sí, no es que me haya salido una cosa grandiosa, pero darle el aspecto de grandioso y titánico, además de peligroso pero sin mostrar agresividad en sí, me ha resultado bastante costoso. Pero bueno, creo que lo he conseguido. Espero que les guste, un saludo!

Medico Brujo!

Bueno, esto es un dibujito rápido que hice anoche, está basado en el Médico Brujo del Diablo 3. Espero les guste!

domingo, 27 de marzo de 2011

Exploradores

La profesora entró en la clase y dando unas palmadas atrajo la atención de todos los jóvenes.
-Escuchad, como sabéis, ésta es la última práctica de vuelo, pero es la primera interplanetaria que hacéis, así que es muy importante que me hagáis mucho caso. –Dijo con un gesto de desgana- Supongo que ya habéis realizado las ciento veinte horas de simulación aeroespacial armada. No es que vayamos a masacrar un planeta, simplemente son necesarias por si se nos cruza un Drenier con ganas de fiesta.

Se escuchó un leve murmullo entre los alumnos. Algunos estaban excitados, otros nerviosos pero ilusionados por su primera salida alejada del radio seguro extra atmosférico del planeta, pero a pesar de todo, aquellos seis jóvenes estaban allí porque eran los mejores de su generación. A la maestra Endrimit no le resultaba desagradable que se hubieran escogido tan pocos alumnos: Entre menos mejor, pensó cuando se le asignó la tarea de enseñar cómo manejar la aviación biótica espacial a aquellos chicos.

-Quiero veros a todos en el puerto espacial, preparados, en dos horas. –Volvió a anunciar, mientras se apartaba la frondosa melena morena del hombro- El que no llegue a tiempo, se queda en tierra ¿Está claro?
-¡Sí señorita! –Dijeron todos al unísono.

Al salir su maestra, Stend se fijó en su silueta, le encantaba cómo le quedaba aquel nano traje plegable y cómo se le ceñía al trasero. Pero no era una simple profesora atractiva, le encantaba su historia, la cual había consultado en las consolas enciclopédicas tantas veces: El hecho de que esa mujer haya estado en múltiples batallas espaciales, fuera la mejor piloto femenina, y además una de las ingenieras más solicitadas del planeta en cuanto a tecnología orgánica, le parecía de lo más excitante. Por supuesto, a los demás chicos estos hechos no les importaban demasiado, les bastaba con aquella cara bonita y aquel cuerpo seductor.

Stend se acercó al grupo de compañeros que comentaban sus impresiones sobre la práctica.
-¿Os imagináis? –Decía Noir gesticulando nerviosamente- ¿Os imagináis que veamos llegar algunas de esas naves anticuadas de los Dreniers?
-No creo que pase tal cosa –Contestó Reid-, siempre salimos queriendo creer que nos va a ocurrir algo interesante, pero todo es esquivar asteroides, llegar a las metas después de hacer esos aburridos recorridos y agitarnos el estómago con esas maniobras complicadas que no nos sirven de nada.
-Se supone que estás aquí porque tienes un físico capaz de aguantar esas cosas, entre otros motivos. –Comentó Stend algo molesto- Todos esos entrenamientos son necesarios, Endrimit también los practicó al empezar, al igual que el resto de pilotos.
-Si tú lo dices…, lo cierto es que no nos toparemos con ningún Drenier.
-Eso nunca se sabe, por algo hemos estado en las prácticas de simulador armado. Si no fueran necesarias, no nos obligarían a hacerlas. –Volvió a responderle Stend. La verdad era que no le gustaba demasiado el pesimismo de Reid, aunque no era mal chico, sus comentarios llegaban a aburrir a cualquiera.
-Eso mismo. –Dijo Noir apoyándole- Además, si realmente piensas así, no hubieras hecho las prácticas de tiro.
-Me las hubiera saltado, de haber podido. De hecho, podría salir con alguna bio-nave desarmada…, la Neurona-803 sería un buen modelo. –Dijo Reid pensativo.
-Allá tú –Respondió de nuevo Noir con desprecio.
-Bueno, tengo prisa, nos vemos en la estación. –Se despidió Stend alejándose a prisa. No le interesaba aquella discusión.
-Todavía queda tiempo, ¿Dónde va?
-No lo sé, ya sabes que tiene esa absurda manía de estar solo antes de despegar. –Explicó Reid.

Una vez en su habitáculo, se desajustó el nano traje y lo arrojó sobre la cama. Las estancias de la escuela de pilotos no eran lo más grande que había visto Stend, pero al menos eran acogedoras. Se dirigió al lavabo y se dio una ducha, pero no por higiene, sus duchas pre vuelo le ayudaban a relajarse. Era una de las pocas cosas relajantes que había en aquella academia.
Al salir, se secó y se puso otro traje, que era exactamente igual que el anterior, ya que era el uniforme que le identificaba como alumno de cuarto curso de aviación biótica. Se recostó en la cama y suspiró. La única luz que había allí dentro era artificial y al darse cuenta del detalle, sintió nostalgia por su soleado pueblo natal, por su familia y sus amigos. Pero no, esta vez no lloraría, no derramaría ni una lágrima, acabaría el curso y se convertiría en uno de los mejores pilotos de la galaxia.
Recordó las palabras de su hermana: ¿No es eso soñar demasiado?

No obstante, cuanto más se lo decía, más se convencía a sí mismo de que lograría su sueño.
En el puerto estelar la luz de las estrellas hacía que las corazas nano-tecnológicas de las naves bióticas brillaran, resaltando ese tono lapislázuli tan característico de la flota Shynex. La morfología de aquellas armas de combate recordaba a la de un ave de rapiña, con extensiones laterales simulando las alas, la cabeza en forma de pico, y la fisiología en general.
Antes de embarcar, los pilotos tenían que pasar por un proceso de desinfección, ya que la nave era prácticamente un ser vivo y un virus dentro de su organismo podría desencadenar un mal funcionamiento o, en el peor de los casos, la muerte de ésta y por consiguiente, del piloto.
Una vez desinfectados, se introducían por un orificio que yacía en el lomo de la nave y estando dentro, el Shynex que la pilotaba se convertía en el cerebro y la nave en el cuerpo, formando una perfecta simbiosis. Los únicos seres capaces de pilotar las Neuronas, eran los Shynex, puesto que al ser seres alados, sus cerebros tenían por naturaleza, las herramientas y mecanismos de vuelo necesarios para llevar a cabo la simbiosis. Sin embargo, aquel año un Klaurum había sorprendido a toda la escuela: Stend había sido capaz de pilotar una Neurona, y lo había hecho tan bien como cualquier Shynex.

Endrimit llegó al mismo tiempo que Stend y rápidamente el equipo se dispuso a hacer el rutinario preparamiento que obligaba el códice. Tras desinfectarse y cambiarse los trajes por los adecuados para volar, se introdujeron en las Neuronas y enseguida despegaron.
Atravesaron la zona Alfa de entrenamiento, después de la atmósfera y se alejaron en formación de travesía a investigar su primer planeta. Por supuesto, aquel mundo ya había sido explorado anteriormente, lo utilizaban como lugar de prácticas de este tipo. Estaba lo suficientemente alejado para que pareciera una aventura a ojos de los novatos, pero lo suficientemente cerca para que no corrieran ningún peligro, o eso se suponía.

La capa atmosférica de Niebla era menos gruesa que la de Hind, así que el escudo electromagnético no era necesario para atravesarla. Aún así, por seguridad, lo activaron a nivel C-1. El problema del cielo de Niebla no era el espesor de sus capas, era la poca visión que ofrecía. El planeta, como su propio nombre indicaba, estaba repleto de vapor emanado por las gigantescas fallas. Era un mundo muy rico en H2O, con lugares rocosos y vegetación que salía de las entrañas del mar atravesando las rocas de las costas.

Tras dejar atrás la gran nube fría, pudieron atisbar el océano muy abajo aún, y las grandes columnas de vapor que subían hasta lo más alto del cielo. Siempre estaba lloviendo, pero no eran de esos aguaceros agresivos, más bien caía una fina pero incesante capa de pequeñas gotas dirigidas por la agradable brisa que solía rodear el planeta. Claro que, en algunos periodos aquel planeta era intransitable, cuando las épocas lluviosas realmente se consideraban lluviosas, y los huracanes partían los gruesos troncos de los inmensos árboles acuáticos que sobresalían de la superficie del mar para formar parte de los dos ecosistemas: El marítimo y el terrestre.
Recorrieron grandes distancias a bordo de las Neuronas, intentando evitar las columnas de vapor de kilómetros de grosor, y no acercándose demasiado al mar, puesto que aquel biotopo era famoso por estar habitado por grandes saurios marinos que podrían salir despegados del misterioso fondo oceánico para devorar la flota Shynex.

Endrimit comentaba las características de aquel lugar y enseñaba cómo identificar las claves de una buena supervivencia en planetas desconocidos. Mostró algunos detalles geológicos que podrían servirles de ayuda a los chicos. Stend estaba totalmente cautivado por aquella mujer; parece una enciclopedia militar, pensaba. Por un momento se imaginó a sí mismo entrando en la Neurona de su maestra, desabrochándole el atuendo de vuelo y haciéndole el amor apasionadamente, en aquel espacio jugoso y baboso que formaba el interior de la nave.

-Cambiemos de dirección tras aquel torrente de vapor –Ordenó Endrimit-, que nadie se meta dentro, es muy peligroso.
-A la orden –Respondieron todos al unísono.

Al llegar a la gran columna, giraron y bajaron de altura, pero sin acercarse demasiado a la superficie del planeta.

-¡Maestra! ¡Maestra! ¿No había dicho usted que este planeta estaba despoblado?
-Sí, así es. Sólo hay animales, acuáticos en su mayoría.
-Entonces, ¿Quiénes son ellos? –Volvió a decir Rod, que no podía disimular su excitación.
-Demonios… -Susurró Endrimit frunciendo el seño- ¡Escuchad! Son Dreniers, estableced formación de defensa.

Las naves se alinearon como si de una coreografía se tratase.
Abajo, en las rocas se podían diferenciar tres naves Dreniers. Eran blancas, pero Endrimit no llegó a identificar el modelo, de hecho, nunca había visto ese diseño. Quizás han avanzado tecnológicamente, pensó la estratega aeronáutica.
La maestra sobrevoló el campamento de aquellas criaturas, había allí unos seis individuos, o eso creyó ver.

Los chicos permanecían observando desde lo alto, a una velocidad moderada. De repente vieron cómo una nave Drenier intentaba despegar, pero un destello salió de la Neurona de Endrimit. Fue algo sutil, como un pequeño resplandor. Los alumnos quedaron sorprendidos ante la repentina explosión en la que quedaba sumida la nave enemiga.

-¡Qué esperáis novatos! Preparaos para atravesar la atmósfera –Ordenó Endrimit.

Todos obedecieron activando la velocidad máxima, dispuestos a salir de aquel planeta. Sentían confusión, y algunos empezaban a indagar y a especular con teorías sobre las intenciones de los Dreniers en un planeta tan cercano a Hind.
La maestra los alcanzó rápidamente, no parecía que la estuvieran siguiendo.
Las naves empezaron a vibrar más fuerte de lo normal al atravesar la capa atmosférica y un grito de dolor heló la sangre de la flota. Noir no había activado el escudo electromagnético y parecía que su Neurona estaba siendo dañada y perdía fuerzas.
Vieron cómo caía, el sistema anti-gravitatorio que hacía que la nave volase parecía desactivado. Al instante Stend activó el escudo electromagnético en grado B y volvió en auxilio de su compañero. Los demás no sabían qué hacer y Endrimit ordenó que salieran del planeta antes de que se les agotase la protección. Algo parecía que había afectado al sistema de defensa y vuelo de las naves haciéndolas más vulnerables, y Endrimit cayó en la cuenta enseguida. Volvió a ayudar a Stend y a Noir.

-¿¡Qué hacemos!? ¿¡Qué hacemos!?
-Tranquilízate, Reid, Endrimit dijo que volviéramos a Hind y que informáramos de lo ocurrido a las autoridades. –Dijo Vien.
-Vale, vale… Espero que no les ocurra nada, tenemos que dar la alarma.
La flota se dirigió al planeta a toda prisa.

Mientras tanto, Noir perdía altura, las rocas le parecieron más afiladas que nunca, pero no era lo que más debía preocuparle, pues entre la neblina del cielo emanó una nave nodriza que debía llevar a bordo un centenar de naves de combate Dreniers.

-¡Maldita sea! –Se quejó la maestra- ¿Por qué no las detecta el radar?
-¡No lo sé! –Dijo Noir gritando tanto que Stend y Endrimit pusieron una mueca de dolor.
-Era una pregunta retórica, Noir. –Contestó Stend riendo nerviosamente.
-La vedad es que eso no me preocupa demasiado ahora. –Volvió a decir el joven Shynex que cada vez se precipitaba más hacia el suelo.
-Solicito permiso para usar el Retorno –Habló Endrimit-, no me importa que no se haya usado antes y que sea peligroso, ¡estamos ante un caso extremo!

Lógicamente lo chicos no escuchaban a la persona con la que estaba contactando su maestra. Se asustaron al oír que aquella cosa iba a ser usada por primera vez con ellos.
Unas cincuenta naves Dreniers habían sido lanzadas desde la nodriza y se acercaban rápidamente.

-¡No solicito permiso, te lo ordeno maldita sea!

El viento azotaba las corazas de las Neuronas, llevaban una velocidad extrema. Stend creyó que no aguantaría la presión de caer en picado tan rápido. Sintió la fuerte corriente de aire golpear la coraza  del lomo de su nave, y la presión en la cabeza.

-¡¡Hazlo, ahora!!

Los Dreniers estaban ya casi sobre ellos y las rocas iban a devorar las tres naves en cualquier momento.

-¡¡Hijo de puta!!

Los silbidos en el aire indicaban que los disparos de aquella extraña flota de color marfil, estaban rozándoles el trasero.

-¡¡Ya…!!

Los chicos escucharon cómo la voz de Endrimit se ahogaba de una manera muy peculiar. Por suerte para ellos, eso significaba que estaban salvados, aunque no lo sabían. Cuando abrieron los ojos, las tres Neuronas estaban en la zona Alfa de entrenamiento del planeta Hind. Los suspiros resonaron en la telecomunicación y luego la risa desesperada y rebosante de emoción de Noir.

Cara

Una de las caras que hice pensando en un personaje de fantasía de mis relatos. Pero al final modifiqué el dibujo y me salió este personaje, que bien podría ser un Elfo Nocturno del Wow.

Perros de pesadilla.

Fue mi primer dibujo con la Wacom ^^